Autor: Badboy
Barcelona, España
Bueno, primero me presento… Soy David, vivo en Sevilla, ciudad
del Guadalquivir, y de mucho arte… ¿Qué os voy a contar?...
Hace unos años me obligaron a hacer la mili (servicio militar
obligatorio), hice de todo por no ir… Era (y soy) muy perro, me gusta hacer la
siesta, dormir hasta tarde, y por las tardes ir de tapas con los colegas…
Bueno me tocó "pringar" y me fui pá’llí muy mosqueao… El
primer día fue agotador, pensé que por ser el 1er día iba a ser todo muy fácil y
eso… Me equivoqué. Lo único que me animaba a seguir eran los cuerpos de mis
compañeros… ¡Joder qué buenos que estaban!
El 2º día se me ocurrió hacerme el
enfermo. Vomité el desayuno delante de mi superior e hice cara de morirme (eso se
me daba de miedo, de peque lo hacía para no ir al cole…)
Mi superior me dijo que por ser el 2º día me dejaba quedar
descansando, pero que al día siguiente, aunque estuviera igual o peor, iría…
Cuando todos se fueron me dí una vuelta por allí y ví una
cámara de esas que tienen pie, y pulsador automático… Claro, mi mente perversa
dijo "está aquí para mí… Las revelo yo luego y ya está… Robaré el carrete…"
Me puse a hacerme fotos de las que me gustan a mí,
claro… O sea en bolas… Luego se las enviaría a un medio novio que tengo… Pensé.
"¿Estoy bueno verdad?" Pensé. Es lo que tiene Sevilla… Sevilla tiene un
color especial, Sevilla sigue teniendo su puente y sigue oliendo a azahar, me
gusta estar con su gente… (Perdonar… Es una canción de Los del Río dedicada a mi
tierra que me encanta…)
Total, cuando me aburrí de hacer fotos de mi espectacular
cuerpo (jeje), busqué una revista de mi macuto para pajearme… Me tumbé en la
litera y me dispuse a darme el pajote de mi vida. Era una revista de porno
gay… Mmm… Porno gay… Qué placer… La verdad es que soy un gay sin ley… (No sé si me
comprenden…)
Ahí estaba yo, con mi polla bien tiesa cuando de repente
entró uno que estaba de guardia y me vió en ese plan…
¡¿Pero esto qué es?!- me preguntó agitado.
Verá, es que era para ver si bajaba la fiebre…-le excusé…
Veo que lo que no se le baja es otra cosa...-me dijo él…
Bueno...-no sabía qué inventarle…
El ánimo, digo…- me dijo riendo
Verás, yo…
Era broma hombre… Pero comparte que yo llevo aquí varios
meses…
Me cogió la revista, le grité que no lo hiciera… La miró y
cambió su rostro…
Así que… ¿Usted es maricón?- dijo en un tono serio…
No, es que es lo 1º que he encontrado…
¡EN PIE SOLDADO! – me gritó…
Yo lo hice y le grité el típico… ¡SÍ, SEÑOR!
¡DE RODILLAS!
No entendí… Pero obedecí…
Empecé a entender cuando se bajó el pantalón y se sobó su
paquete…
¡A MAMARLA!
¡SÍ, SEÑOR!- obedecí sin rechistar… Lo deseaba con el alma…
Le lamí el tronco, me metí la mitad en la boca, y le empecé a
absorber la boca, quería biberón y él me lo daba…
Joder qué bien lo haces CABRÓN…- me dijo él…
Nací para esto… ¿Qué esperabas? – le dije muy seguro…
Se la estuve mamando un rato, hasta que de pronto…
¡ALTO!
¿Lo hago mal?- yo sabía que era lo que quería… Pero me hacía
el inocente.
Me ordenó que me tumbara en la cama y que abriera bien mis
piernas de peazo puta… Así me llamó el muy cabrón…
Pero obedecí… Deseaba sentir su carne dura dentro de mi ser… Me
la metió de un golpe, sin lubricar, el hijo de puta… Me sentía súper perra y me
encantaba la idea… No sé, ser su esclavo…
Me folló un buen rato hasta que me dijo que iba a acabar… Lo
hizo en mi boca. Me obligó a dejarla reluciente y lo hice con gusto…
El día siguiente me presentó a varios amigos suyos que me
darían muchas horas de placer…
La mili cambió mi vida…si ya era puta…me convirtió
en… súper puta…
FIN
Badboy
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