lunes, 18 de julio de 2011

Después de clases con el Guardia

Autor: CarlosPasPOZ
Puerto Ordaz, Venezuela


Esta historia data de mis años en el colegio, y todo comenzó una tarde de septiembre...

Como es costumbre (y ley) en Venezuela, todos los estudiantes de bachillerato deben recibir clases de Instrucción Pre-Militar, tanto teórica como práctica.

No había pasado mucho tiempo de haber empezado mi quinto año de bachillerato y ese día vería la primera clase de Instrucción Pre-Militar del año escolar.

Me puse mi uniforme (un blue jean, franela blanca con el logo de la institución y gorra negra) y me dirigí al colegio. Para ese entonces tenía 17 años, de cabello negro, piel blanca, lampiño, cuerpo atlético, definido (jugaba fútbol) y muy simpático de cara.

Ya en clase de Pre-Militar, nos hicieron formar tal cual una academia y cantar el himno nacional, y entre otras cosas, nos presentaron a quienes serían nuestros "profesores" o instructores, entre los cuales destacaba un Guardia Nacional. Él era un hombre fornido, de piel canela y ojos miel, tendría cerca de 25 o 26 años, se notaban sus brazos velludos y tenía ese uniforme verde olivo que siempre me ha derretido.

Al mirarlo e imaginármelo protagonizando mis fantasías, tuve una leve erección que pude disimular, pero no podía negar que me encantaba.

Así pasó la tarde, terminó la clase y volví a mi casa. Evidentemente esa noche me masturbé en la ducha pensando en él.

Las semanas siguientes fueron más de lo mismo. En cada clase lo veía tan viril, tan fuerte, con tanto carácter, tan disciplinado... Y siempre llegaba a mi casa masturbándome en su nombre. Pero a medida que pasaba el tiempo, trataba de sacarle conversación después de la jornada y así me iba ganando su confianza.

A los pocos meses se podía decir que éramos amigos, separando siempre lo profesional (o educacional, en este caso) de lo personal. Mientras estábamos en Instrucción Pre-Militar, yo era un estudiante más y él mi instructor, pero después de terminar, siempre nos contábamos chistes y hablábamos de todo un poco, hasta que un día, lleno de valentía (impulsada a su vez, por el deseo), le pregunté por su situación emocional, vamos, para ser más claro, le pregunté si tenía novia.

-Sí, claro -me respondió él-. Pero nos vemos poco, a veces, con nuestras ocupaciones, no nos queda tiempo para hacer nada. ¿Y tú, tienes novia o algo?

Esa respuesta/pregunta hizo que me llenara aún más de valor, y como estábamos casi solos (ya casi todo el mundo se había ido, quedaban pocos estudiantes, el colegio estaba casi cerrando y yo sólo esperaba que mi mamá me fuese a buscar) decidí responderle con algo que hasta el sol de hoy, no sé cómo me atreví a decir...

-Bueno, yo soy gay. Espero que no te molestes por eso ni nos vayamos a distanciar, porque me pareces pana, y aparte, eres mi profesor de Instrucción Pre-Militar, y no creo que una cosa tenga que ver con la otra, y también pienso que...

Él se echó a reír.

-¿Tú me estás hablando en serio? -preguntó-.

Yo sólo lo vi en silencio por unos segundos, y continué:

-Sí, de verdad. ¿Es malo eso? ¿Ya no me vas a hablar por eso?

-No vale, para nada. Yo no le paro bolas a eso. Cada quien hace con su vida lo que le dé la gana. Lo que pasa es que no me lo imaginaba pues, me cae de sorpresa. Pero está bien, conmigo no tienes que sentirte mal ni avergonzarte. Es más, cuenta conmigo, que aparte de tu instructor, yo sigo siendo tu pana.

Esas palabras me tranquilizaron. Ya me sentía más cómodo y a gusto con él. Lástima que en ese momento mi mamá llegó por mí, porque no sé qué más hubiera sucedido.

Me fui a mi casa emocionado, y en la noche, antes de acostarme, decidí escribirle un texto (teníamos algunos meses de conocernos y evidentemente ya habíamos intercambiado números de móvil). El mensaje decía:

Hola! q mas? keria dart las gracias
x lo d sta tard, no pense q lo tomarias
tan bn, keria contartelo desd hace tiempo
pero tnia miedo d q me rechazaras x eso.

A los 2 minutos recibí una respuesta:

Tranquilo, d pana. es bueno confies
en mi, como te dije yo soy tu pana. eso
no m importa. nos vemos la semana q viene.

Y esperé ansioso que llegara la próxima clase... Hasta que llegó el día.

Todo transcurrió normal y rutinario, como siempre. Mi Guardia (así nos hacía llamarle) me trató como siempre. Durante la Instrucción Pre-Militar, era un estudiante más; fuera de ella, era su amigo. Y volvió a pasar que al final de la tarde nos quedamos casi solos. Mientras hablábamos de cualquier tema, yo lo miraba deseando estar con él, quería decirle lo mucho que fantaseaba en su nombre, pero esta vez me contuve, pensé que estaría yendo demasiado lejos.

De repente me dice que lo espere ahí afuera, mientras él iba al baño (ésta es mi oportunidad, pensé).

-Te acompaño -le dije-, yo también tengo ganas de ir al baño.

Una vez adentro, con el colegio prácticamente vacío, él y yo estábamos solos en la privacidad del baño. Mientras él orinaba yo escuchaba su potente chorro caer en el inodoro, y luego de reojo, vi como sacudía su gran pene... No pude contenerme más, y antes de que se lo guardara, me puse frente a él y me arrodillé, para meterme su gran huevo en la boca...

-¡Ey! ¡¿Qué haces?! -me dijo, con una cara un tanto desconcertada-.

Yo me llené de pudor y vergüenza y no pude más que disculparme, levantarme y dirigirme hacia la puerta del baño... Para mi sorpresa, él me tomó de un brazo y me dio un apasionado beso en los labios.

En un principio no sabía qué pensar, pero de inmediato me dejé llevar. Después que nuestras bocas y lenguas se separaron, no dudé en preguntarle:

-Pero, no entiendo. ¿Tú también eres...?

-¡Shhh..! -me hizo callar-. Recuerda que yo soy el Guardia aquí y tú sólo obedeces, ahora mámamelo.

No lo podía creer, era el hombre de mis sueños dándome órdenes de hacerle sexo oral... Y eso fue exactamente lo que hice.

Me introduje su gran pene (que ya estaba bien erecto) en mi boca. Me lo metí completo, atravesaba mi garganta; y empecé a succionar como nunca mientras él con sus manos apretaba mi cabeza contra su cuerpo. Era increíble.

Sacaba y metía su pene con crueldad mientras me agarraba del cabello, en realidad me estaba cogiendo por la boca. Yo tuve arcadas un par de veces, pero me excitaba mucho lo que hacíamos.

Haló mi cabello para que levantara mi cara. Me miró a los ojos y con carácter me dijo:

-¡Abre la boca!

Yo obedecí. Abrí mi boca y me escupió allí, enseguida me metió el pene otra vez. Era impresionante como estaba siendo humillado, pero eso me excitaba cada vez más.

Me hizo levantar y me apoyó de frente contra una pared, bajó mi pantalón, sólo llenó un poco mi culo de saliva, al igual que su pene, y sin contemplación me lo metió completo, hasta el fondo.

Solté un grito de dolor, no lo pude evitar. Pero él puso una de sus manos en mi boca y siguió sin importarle nada.

Me cogía como le daba la gana, el ritmo aumentaba y sus embestidas ya eran bestiales.

Mi culito, rosadito y virginal estaba siendo atravesado por ese gran huevo de Mi Guardia. Por un momento me sentí incluso violado... Pero me encantaba.

Por mi rostro empezaron a deslizarse algunas lágrimas producto del dolor, pero el placer era tan extremo que no podía dejar de autosatisfacerme y acabé.

Cuando estuvo a punto de acabar también, me lo sacó y me puso de rodillas frente a él. Ahí me llenó toda la cara de su espesa, tibia y blanca leche...

Su semen corría por todo mi rostro, e incluso tenía hasta en mi boca, y por supuesto me lo tragué.

Después de volver en sí, me pidió que me lavara la cara y que no se me ocurriera contar esto a nadie. Así lo hice y nadie supo de nuestra aventura (hasta ahora).

Las semanas siguientes transcurrieron en completa normalidad, yo seguía siendo su estudiante y él seguía siendo mi instructor, Mi Guardia de Instrucción Pre-Militar.

¿Quieres saber si volvimos a hacerlo? Lo dejo a tu imaginación, pero para despejar la incógnita, confórmate con saber que te contaré todo en una próxima historia.

CarlosPasPOZ

-o-o-o-

¿Tú también tienes una historia que contar? Entonces no lo dudes y hazlo, Cuenta tu historia.

3 comentarios:

  1. Hablame Pana!!!
    me gusto tu historia asi es que me gusta los relatos donde hace Force me gustaria conocerte o comunicarme contigo!!!
    te dejo mi correo para que te pongas en contacto conmigo cold_zero_01@hotmail.com

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  2. hola buen dia me llamo victor jose gil mi cedula de identidad numero 582.011 mi edad 18 años mi rol versátil serio discreto estudio universitario vivo con mi madre que es hipertensa y otras patologías medicas y mi padre de crianza murio hace 8 meses de parkinson vivo en Venezuela y la situacion esta complicada en mi pais y mi mama es pensionada tiene 56 años y no le alcanza para su tratamiento medico y hay días que no tenemos para comer mi padre de crianza era de gran apoyo el que quiera darme una ayuda aquí mis datos bancario: banco de venezuela cuenta corriente 01020611150000209490 si me puedes transferir a nombre de victor jose gil cédula de identidad 582.011 correo:victor_gil1934@outlook.com disculpe la molestia generada

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    Respuestas
    1. 18 años con ese numero de cedula.?? me huele a estafa... ANDA A TRABAJAR..!!

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