martes, 4 de septiembre de 2012

Mi amado Militar

Autor: BnaPas
Barcelona, Venezuela




Hace un par de años, cuando tenía unos 14 o 15 años, debido al trabajo de mi papá, nos cambiábamos mucho de lugar; mi papá es militar y en uno de esos cambios lo enviaron a Puerto de Hierro, una base militar donde la única forma de llegar era a través de lanchas, botes, etc. Yo me sentía mal en ese lugar... era muy difícil tener amigos en esa base pues lo único que había era soldados y la gente del pueblito que no pasaba de 100 personas. Yo pasaba la mayor parte de mi tiempo patinando y bañándome en la playa.




Desde antes ya me atraían los hombres, por esa razón yo disfrutaba viendo cuando hacían sus guardias porque muchos estaban buenísimos. Cuando tenía ya algún tiempo, como un mes, comencé a salir por las noches a ver si me controlaba a alguno de los soldados, yo hablaba con ellos pero nunca llegábamos a nada, sólo charlar. Una vez hablaba con uno de ellos y me dice "Chamo, ya yo me voy", yo le pregunté: "¿Quién viene a hacer guardía?" y dijo: "Plata". Él se fue y yo me quedé esperando.


Cuando lo vi por primera vez esa madrugada como a las 2:00 am, caminaba con un estilo que me encantaba y me preguntó: "Chamo ¿qué haces tú aquí?" y yo le contesté: "Nada, sólo estoy fastidiado. No pude dormir y salí a ver si me da sueño". Entablamos una conversación y nos hicimos grandes amigos.

Una noche mientras lo acompañaba en una de sus guardias, me comentó que había comido unas ostras y que se le paraba el guevo a cada rato y que no sabía como bajárselo, me comentó que sus amigos también comieron y se masturbaron en el baño pero él no, me dijo que él quería bajárselo con alguien pero que las muchachas del pueblo estaban durmiendo y no lo dejarían verlas.

Me dijo: "Vamos a caminar por la orilla de la playa". Entonces dijo que iba a orinar y fue cuando sacó esa verga tan grande, yo disimulaba mientras él orinaba y me dijo: "Me voy a masturbar". Cuando se lo sacó, lo tenía semi parado, entonces comenzó a jalarse y se le puso grandote y cabezón, yo no sabía qué hacer, entonces me dijo "¿Quieres ayudarme?", yo no dije nada, sólo sonreí y se lo agarré. Comencé a hacerle la paja y él me acariciaba la nuca y la cara con sus gruesas y ásperas manos, entonces sin decir nada me hacía fuerza en el hombro para que me agachara, yo lo hice y me introduje su verga en la boca. No podía metérmela toda, sólo hasta la mitad, pero él como que no entendía y me la empujaba que sentí como si me la estaba tragando. Pude llegar a sentir sus bolas en la barbilla pero también con esa vergota en mi boca no podía respirar, yo hice presión para que me soltara y agarrar aire, lo hice y me dijo: "¿Por qué no me das ese culito?" (yo todavía era virgen) yo le dije "okay" pues no sabía lo mucho que iba a doler. 

Me dijo: "Voltéate, arrodíllate en el piso como si fueses un perrito y yo me arrodillo atrás tuyo". Yo me puse tal cual me dijo, sentía cómo me frotaba y restregaba su miembro grande, jugoso y palpitante por mis nalgas y la colocó en toda mi entrada. Me lo empujó poco a poco, entró su cabeza, el primer esfínter, cuando comenzaba a penetrarme el segundo, el dolor era tan arrecho que le dije que me lo sacara, que me dolía mucho. Él lo hizo pero me preguntó si podía meterme sus dedos, yo le dije que estaba bien.

Con sus dedos daba vueltas alrededor de mi hueco e introdujo su grueso y áspero dedo lentamente en mi culo, yo me derretía al sentirlo dentro de mí. Cuando lo tenía todo adentro, procedió a meterme el otro dedo, yo gemía de placer, él los movía; los sacó y me dijo que me dejara penetrar por él, que quería ser el primer hombre en mi vida y que no me iba a arrepentir. Cuando me lo dijo en ese tono tan dulce y suave me di cuenta que me estaba enamorando como un tonto de él.

Yo me puse en la misma posición y él detrás de mí, pero esta vez me abrazaba mientras yo sentía cómo palpitaba su verga en la entrada. Procedió a empujarla mientras me besaba y suavemente mordisqueaba mi nuca y orejas, me dolía mucho que no podía parar de gemir y estaba a punto de comenzar a gritar pero no quería que parara pues yo quería que lo hiciera, así que aguanté. Le pedí que parara y me dijo "Aguanta que falta poco", no me hizo caso y terminó de meterme ese palo, yo me sentía lleno, como si no me entraba más nada pero no me metió todo.

No se había comenzado a mover, se quedó un rato, como 30 segundos sin moverse y yo ensartado en su verga. Cuando comenzó a bombear me abrazaba más fuerte, yo sentía un dolor pero que lentamente iba desapareciendo, me daba y me daba, primero lentamente y luego más rápido que sentía como si se durmiera ese dolor y me moría pero de placer.

Sentía su sudor mezclarse con el mío, luego nos cambiamos de posición. Él se acostó boca arriba y me dijo que me sentara en su verga; yo lo hice pero no viendo a su cara sino al otro lado. Me fui agachando hasta sentir su verga en mis nalgas, la tomé para ponerla en el hueco y me fui sentando y ensartándome. Él sentía cómo me llenaba de carne y placer a la vez, y de esa forma hasta que me dejé caer, la porción de pene que no me había entrado al principio, de esta forma me había entrado toda. Él me haló hacia atrás para que me acostara así arriba de él. Los dos quedamos viendo hacia las estrellas y él clavado en mí me decía: "Te amo", me besaba en la nuca, yo me movía para sentir su verga dentro de mí, él me masturbaba para tratar de conseguir un orgasmo simultáneo, yo sentí cómo él me inundaba el intestino de su caliente leche, sentía que éramos uno los dos, él siguió masturbándome hasta que alcancé el orgasmo.

Luego repetimos las relaciones, yo me escapaba todas las madrugadas para acompañarlo en sus guardias, no sólo para tener sexo sino también para conversar, conocernos, besarnos...

Cuando llegó el momento del adiós, él me dio su dirección en Barcelona, Venezuela. Luego de que yo me gradué me fui para Barcelona. Él vivía solo hasta que yo me fui a vivir con él y aquí estoy. Él debe estar por llegar de la panadería porque vamos a cenar unos sandwiches y luego, como ya lo hemos hecho bastante, repetiremos esa maravillosa experiencia de hacer el amor con la persona que más amas en tu vida.

BnaPas


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